«… no podrás acercarte a ese filisteo… porque eres un muchaho..
el Señor que me ha librado de las manos del león y del oso me librará de ese filisteo…
David le dijo a Goliat «Tú vienes a mí con espada lanza y jabalina, yo voy hacia tí en el nombre del Señor de los Ejercitos, ha quien has desafiado… Dios da la victoria sin necesidad de espadas y lanzas
Así venció David a Goliat, sin necesidad de espadas ni lanzas»
Textos del libro de Samuel, capitulo 33 en adelante.
Por un momento me detengo y contemplo la escena. Goliat está convencido de su victoria, núnca ha perdido, núnca ha encontrado dificultades en el combate, el es el más fuerte entre los soldados, el es el más grande, es el mejor. Está acostumbrado a mirar a sus oponentes desde arriba, con desprecio y arrogancia, por eso, cuando se presenta ante él un joven pastor, no duda en despreciarle. Goliat está lleno de soberbia y orgullo, lleno de sí mismo. David se sabe inferior a su contrincante, es más pequeño y menos experimentado, pero no tiene miedo. David sabe que en su debilidad está su fuerza, sólo reconociendo su pequeñez, solo reconociendo su fragilidad puede dejar que Dios actúe. David está confiado porque sabe que el centro no está en lo que uno puede hacer sino dejar que Dios vaya haciendo en nuestra propia vida*
«David sabe que en su debilidad está su fuerza»
En medio de mis dificultades y combates, él Señor quiere mostrarse en mi vida, quiere tener la iniciativa en este encuentro. Poco a poco debo dejarlo entrar. Poco a poco debo permitirle que tome el control de mis problemas, mis debilidades y las sombras que a veces me paralizan. La soberbia me hace pretender que yo soy quien va a resolver, con mis conocimientos, experiencia y fuerza, pero Dios me enseña que es reconociendo mi debilidad y mi necesidad de Él, que es entregándolo todo como obtendré la victoria… una victoria que, quizá no siempre sea como yo concibo una victoria en el mundo, posiblemente sea una derrota para el mundo, pero, quizá para mí sea la puerta a un nuevo amanecer lleno de posibilidades.
Sólo reconociendo mi debilidad, sólo reconociendo mi pequeñez, sólo dejando a Dios que Él y solamente Él puede resolver mi vida, podré continuar el camino sin detenerme y no habrá obstáculo por gigante que parezca que se interponga en mi avanzada. Es en mi debilidad que Dios me hace fuerte, sólo en su amor me hace fuerte, sólo en su vida se hace fuerte en mí.
«Dios da la victoria sin necesidad de espadas y lanzas»
Amigo Universal
*Gran inspiración de rezandovoy.org