CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN
Diario de un Hombre Común, del 25 de agosto de 2005
«Desde mi más tierna infancia llevaba dentro de lo más profundo de mi ser, mamado con la leche de mi madre, el nombre de mi Salvador, Vuestro Hijo; lo guardé en lo más recóndito de mi corazón; y aun cuando todo lo que ante mí se presentaba sin ese Divino Nombre, aunque fuese elegante, estuviera bien escrito e incluso repleto de verdades, no fue bastante para arrebatarme de Vos» (Confesiones, I, iv).
Esta hermosa reflexión de San Agustín, me hace recordar mi vida, me recuerda a ese ser que gime por amor a Jesús, que lo busca, pero al encontrarle le cuesta seguirlo y que lo desea desde su más tierna infancia: ese soy yo.
Siempre he sentido a Jesús cerca de mí, lo he visto mientras crecía, en las caricias de mi madre, lo he visto en mi adultez, en la melodiosa voz de mis niños, en el amor de mi esposa.
«Demasiado tarde, demasiado tarde empecé a amarte. ¡Hermosura siempre antigua y siempre nueva, demasiado tarde empecé a amarte! Tú estabas conmigo y yo no estaba contigo. Yo estaba lejos, corriendo detrás de la hermosura por Tí creada; las cosas que habían recibido de Tí el ser, me mantenían lejos de Tí. Pero tú me llamaste, me llamaste a gritos, y acabaste por vencer mi sordera. Tú me iluminaste y tu luz acabó por penetrar en mis tinieblas. Ahora que he gustado de tu suavidad estoy hambriento de Tí. Me has tocado y mi corazón desea ardientemente tus abrazos». (Confesiones, I, iv).
Reflexión de San Agustín que refleja, coincidentemente, el sentir de un momento en mi vida, el 1 de Junio del 2005, momento que su Espíritu tocó mi ser, lo dejé entrar y pude cenar con Él y Él conmigo.
¡Gracias corazón que me llamas y me acaricias con tus bondades!!!
Oración
Te amo Señor, ayúdame a corresponder a tu amor de tal manera que pueda hacerlo con mi vida, en cada momento de mi día, que pueda ver en mis semejantes tu rostro y a través de ellos entregarte todo mí ser. Que mi vida sea una oración permanente hacia ti, sin tacha, sin estorbos, una ofrenda de amor en olor fragante.
Amén
Enviado por correo a hermanos de mi comunidad el 28 de Agosto de 2005, día de la fiesta de San Agustín. Estoy viviendo momentos de mi vida con muchísimos problemas, nuestras empresas se han venido en picada, con dificultades económicas pero también con mucho gozo y entrega.
Antiguo Cuscatlán, 25 de Agosto del 2005.