“(…) antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad”
Eclesiastés 12:6-8
¿Cómo llamarle a tu ausencia, mi querido amigo?, como decía Alberto Cortéz, nada puede llenar ese espacio vacío ni con la llegada de otro amigo. Ahora te has ido y te has marchado… quién podrá devolverle la música a esa casa vacía, quién llenará de fiesta y de júbilo sus pasillos como cuando recorríamos juntos los tiempos idos con tríos, boleros y tanta música de antaño. Viajábamos juntos en el tiempo y competíamos por ver quién sabía la letra de tal o cual canción, nos enfrascábamos en discusiones con temas irresolubles y los llevabas siempre a tal profundidad adonde yo ya no llegaba, tu sapiencia era única, tu genialidad indiscutible, aún así me atrevía a participar de esas largas charlas contigo, porque siempre me respetaste, siempre me diste dignidad y valor, me diste todo tu apoyo y confianza y me enseñaste a creer en mí, algo que se me perdió alguna vez entre añoranzas de infancia. Y algo aún mayor que eso, me enseñaste a ser misericordioso, porque tú amabas a tus niños del Bloom y me dejaste a mí y a tus alumnos tu ejemplo, un legado de esperanza y amor.
Cuando en el patio de la casa cayó el árbol de Pepeto durante la tormenta Amanda, supe que ibas a irte. Sí, justo en ese árbol, debajo del cual querías ser sepultado ¿te acuerdas?, así lo decías entre bromas y entre risas mientras degustábamos un buen vino o mientras me hablabas de tu música y de óperas. Sí que lo supe, el árbol cayó y, no se por qué, pero sabía que pronto partirías. Igual cuando esa tarde de tu despedida, llegaron aquellas mariposas, quizá para llevarte confortablemente entre sus alas multicolor, al verlas también algo dentro de mí me decía que ya estaba próximo el barco en el que te irías.
Mi amigo, mi padre, mi gran compañero, te extrañaré, dejas ese espacio vacío que nadie podrá llenar, pero me queda la dicha que sanaste de tu cáncer de páncreas, un verdadero milagro porque Dios no sólo sana cuerpos sin sanar el alma. Cuando subas por las nubes, ligero de equipaje, y te eleves hasta tu morada celestial, será Verdi y Mozart quienes se disputarán el entonar tu réquiem.
¡Hasta pronto amado padre!
“Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar”
Antonio Machado
A la muerte de mi suegro (mi padre como yo le llamaba), Manuel Antonio Guandique Mejía
Lindas palabras para un ser especial y amado cuando parte hacia la vida eterna, descanse en paz
Belleza de escrito!!? y linda foto!!
Cuan sentido tu mensaje… un verdadero amigo para ti, que caminó por esta vida dejando huellas sin herir la senda ni a los caminantes. Un abrazo querido Juan.
Hermoso, Juan!!
Que Dios les bendiga.
Gracias a todos por sus muestras de cariño, de parte de toda la familia, mi esposa Gracia María, mis hijos Juan Manuel, Ana Lucía, Juan Diego y Juan Sebastián y desde el fondo de mi corazón…. Siempre de ustedes su AmigoUniversal.
Que linda vida ,que linda experiencia , nada se repite , las vivencias que Dios te a permitido gozar son únicas , estás bendecido.
Muy lindas y sinceras palabras que salen de lo profundo de tu corazón para tu querido suegro, que Dios lo tenga en su gloria
Y verdaderamente se a ido , pero no es más que un hasta pronto
Mi más sentido pésame par ti mi querido Juan , a Gracia y toda la familia.
Robe Jimenez y Familia
Robe, aunque estés allá lejos en Canadá, siempre te recuerdo, eres mi amigo de infancia. Gracias por escribirme y recordarme, gracias porque ese vínculo de amor no se rompe por más lejos que estemos… siempre estaremos cerca. Eres alguien especial en mi vida.
Gracias a Dios, Juan, por esas experiencias tan lindas que les permitió compartir. Recuerda que él «solamente duerme», habitando en la presencia de Dios, compartiendo largas charlas con sus santos y quien sabe si hasta alguna sinfonía de su nuevo mundo.
Lindisimas palabras de un amigo que hoy son tan pocos pero buenos asi como la musica q le gustaba al dr.poca musica pero buena
Esos son los amigos que vale la pena tenerlos Juan.eres una gran persona te admiro y te quiero Dios te guarde y te bendiga
Amigo fiel
Me emocionan tus escritos y éste me emociona más, pues me llevó a recordar la vida de mi padre, vida serena que siempre admiré y que aún sigo tratando de imitar. Dios me conceda dejar una huella tal, y que alguien también diga, como tú….. «dejas ese espacio vacío que nadie podrá llenar».
Juan y Gracias el amor es lo mas importante y la unidad, el dr se sintió amado por Uds., estoy segura, se fue a descansar, estoy segura también Uds. misión cumplida al amarlo y cuidarlo , me pregunto que se sentirá en esta vida eterna, que se sentirá ver a nuestro señor ? si acá en la tierra me siento amada por el, como será en la eternidad? Un abrazo
Gracias mil x remontarse a una etapa de mi vida, bellísima x cierto y que la tengo grabada en mi alma. Gracias. Abrazo a la distancia